“Por qué hay que limitar el número de partidos que disputa un futbolista profesional”
En nuestro artículo, publicado en la web de la Asociación Española de Derecho Deportivo (AEDD), realizamos un detallado análisis de los motivos en favor de esta afirmación
Éstas son las cuestiones que se tratan en el artículo de PZCR Legal “Por qué hay que limitar el número de partidos que disputa un futbolista profesional”, disponible aquí.
1. Proliferación de competiciones y saturación del calendario
La creación de nuevas competiciones como el Mundial de Clubes de la FIFA y la ampliación de torneos internacionales ha aumentado significativamente el número de partidos que deben disputar los futbolistas profesionales, generando una sobrecarga física y mental.
2. Normativas laborales (en España y en otros países) y ausencia de límites de partidos
Los convenios colectivos en diversos países europeos, como España, Francia e Italia, regulan aspectos como las horas de trabajo y los descansos, pero no imponen un límite al número de partidos que un futbolista puede jugar durante una temporada, incrementando los riesgos para su salud.
3. Prevalencia del derecho laboral sobre las normativas federativas
En caso de conflicto entre la normativa laboral y las regulaciones federativas (como las impuestas por la FIFA o la UEFA), debe primar el derecho laboral, lo que significa que cualquier limitación de partidos establecida mediante convenios colectivos o normativa laboral obligatoria debe prevalecer sobre las normas federativas que determinasen la participación en partidos por encima de ese límite máximo.
4. La demanda contra la FIFA de 13 de junio de 2024
FIFPro Europa y varios sindicatos interpusieron una demanda contra la FIFA, alegando que la imposición unilateral del calendario del Mundial de Clubes vulnera los derechos laborales de los futbolistas, basándose en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y en el derecho de la competencia.
5. Posibles soluciones y desafíos
Se propone modificar los convenios colectivos para incluir un límite en el número de partidos que un futbolista puede disputar, equilibrando así los intereses de jugadores y clubes. No obstante, esto podría generar conflictos económicos, deportivos y requeriría una coordinación global -idealmente- liderada por la FIFA en colaboración con sindicatos y federaciones.